martes, 10 de julio de 2012

PAR BIOMAGNÉTICO + FLORES DE BACH


ISMET * Barcelona



Par Biomagnético y flores de Bach,
gran éxito en el tratamiento del Charchot-Marie-Tooth


José Luis Badrena, director y terapeuta de la Clínica ISMET, ha tratado con gran éxito a una niña que padecía de Charcot Marie Tooth, enfermedad genética y catalogada como incurable por la medicina alopática.

Con esta carta al director de la revista Discovery Salud, José Luis Badrena quiere demostrar aunque una enfermedad la clasifiquen como "incurable", no se debe perder la esperanza.
  

Discovery Salud nº125 , Cartas al director: (extracto breve) -- Descargar el pdf completo

(...)Mi intención no es pedirle información para el tratamiento más indicado de una enfermedad sino para darle información sobre un tratamiento y su resultado en una enfermedad diagnosticada como "incurable" por la medicina "científica".

(...)Quiero ilustrarlo con el caso de una niña de 11 años. El 25 de febrero de 2009 sintió un dolor en las extremidades que le impedía andar (...) y le diagnosticaron lumbalgia. La niña estaba diagnosticada (...) con la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth que según ellos es una enfermedad genética que no se puede curar(...)
  


(...)La niña vino a mi consulta (...) andando mal y apoyándose con muletas ya que sólo podía apoyar una y tenia enormes dolores en ellas(...) Una vez testada con el Par Biomagnético  se le encontraron los virus Guillen Barre y Epstein Barr, así como la bacteria Enterobacter pneumoniae y un meningococo con trastornos en cerebelo y columna. (...) La recomendé Flores de Bach para el problema emocional que le causaba la impotencia de hallarse en ese estado.  

(...)La segunda visita (...) vino a verme con sus padres y observé que se movía muy rápida con las muletas y podía apoyar el pie en el suelo. (...) Su estado físico  era completamente diferente y su estado anímico tampoco se podía comparar: se la veía feliz.  Después del nuevo testaje y equilibración con el Par Biomagnético y la recomendación de flores de bach (...) al bajarse de la camilla (...) la niña se habÍa dejado las muletas en mi despacho (...), al acabar de tratarla se levantó y sin decir nada, apoyándose sólo con una mano en la pared, se fue sola a buscarlas a mi despacho. 
 

(...)La tercera vista vino ya sin muletas y andando normalmente. 
 

(...)Lo importante es que los lectores conozcan el caso para que no acepten nunca un diagnóstico de "enfermedad incurable".
 









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